Fecha: 07/08/2011
Los sindicatos critican que las empresas ahorren en seguridad por la crisis, mientras la patronal cree que «no se bajó la guardia»
En un periodo de 30 días fallecieron seis trabajadores en Asturias, cinco de ellos en julio y uno este mes. Los datos son, desde luego, inquietantes, sobre todo si se tiene en cuenta que durante el primer semestre del año murieron nueve empleados durante su jornada laboral.
Desde los sindicatos se califica la situación como «muy alarmante», y UGT señala como posible causa que «se está bajando la guardia en el periodo vacacional, en parte debido a la cantidad de subcontrataciones y temporalidad de los empleados, puesto que no cuentan con formación específica en seguridad», explica Esther Alonso, responsable de salud laboral.
La segunda semana de julio fue especialmente fatídica, ya que los días 4, 5 y 6 hubo que lamentar tres fallecimientos. El primero, en muerte cerebral tras respirar aire pobre en oxígeno mientras realizaba labores de mantenimiento en la draga Josefa Pérez, en Avilés. El segundo cayó desde 10 metros por el hueco del ascensor de un hotel en Llanes. Ya el día 6, otra caída de altura, esta vez desde un quinto piso, quitó la vida a un obrero que trabajaba en un edificio de Oviedo.
Tres días después falleció un buzo mientras recogía ocle en el litoral gijonés. La manguera que le unía con la embarcación de apoyo dejó de suministrar oxígeno por causas desconocidas cuando se encontraba a más de 5 metros de profundidad. Ya el día 20, un tercera caída, desde 20 metros de altura, puso fin a la vida de un trabajador que estaba reparando una antena en las inmediaciones del repetidor del Picu Fariu, en Siero.
Por último, el pasado martes falleció un minero picador que trabajaba en un plano inclinado del pozo de Cerredo, en Degaña. Fue encontrado sentado, por lo que se baraja como posible causa de la muerte un infarto, o asfixia por grisú.
Desde CC OO, Jesús Ángel Alonso, responsable de salud laboral, explica que los factores principales son «la precariedad» y «la accidentalidad», porque «la primera causa la segunda». En este sentido, «las empresas ahorran cada vez más en prevención como medida para afrontar la crisis», opinión que comparte su homóloga en UGT, Esther Alonso: «Constatamos cada día el impacto de la crisis en empresas de menos de 50 trabajadores, porque con esa disculpa en lo primero que ahorran es en formación y medios de protección».
Dos lecturas
El Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales publicó el viernes las estadísticas correspondientes al primer semestre del año, que deja dos lecturas diferentes. Por un lado, entre enero y junio fallecieron nueve trabajadores, que contrasta con los seis del mismo periodo del año pasado, y a los que hay que sumar los seis fallecidos en julio y los primeros días de agosto. Por otro lado, se constata un descenso «considerable» de los accidentes graves y leves, según la responsable de salud laboral de la FADE, Leticia Bilbao.
«Los números están claros»
Así, el primer semestre del año dejó 57 heridos graves y 6.800 leves, 13 y 1.093 menos, respectivamente, que en el mismo periodo del año pasado. En cifras absolutas, el número total de accidentes, tanto en jornada laboral como 'in itinere', es decir, mientras el empleado se desplaza a su lugar de trabajo, descendió un 14,25%. Cifras que, según FADE, constatan que «las empresas no están bajando la guardia».
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