Fecha: 13/12/2011
Los sindicatos denuncian que 30.234 siniestros pasan inadvertidos para la Seguridad Social ante la inseguridad laboral. Y todo a pesar de que el cómputo global de accidentes ha descendido, un hecho que relacionan con la alta tasa de paro
Más de 30.000 siniestros se han producido en lo que llevamos de año en nuestra comunidad durante la jornada laboral sin que estos hayan llegado a oidos de la Seguridad Social o de Inspección de Trabajo. Un hecho que los sindicatos achacan a la inestabilidad de los asalariados frente a los despidos y a la creciente lista de desempleados. De hecho, este tipo de situaciones han aumentado un 41,2% en solo un año.
El dato constrasta con la disminución de los accidentes que sà han acabado en baja. En total se han registrado 12889 accidentes, 22 de ellos mortales. Un 9,14% menos que en 2010 aunque, de nuevo, esto no está vinculado a un mayor control de riesgos en las empresas aragonesas. De hecho, sigue siendo el alto paro en sectores como la industria o la construcción los que han generado este descenso que, en proporción al paro de 2010, no presenta gran diferencia respecto a este.
La cuenta es clara: 30 de cada 1000 trabajadores han sufrido algún tipo de accidente laboral en 2011.
Por contraprestación son ahora los servicios y el sector agrario el que más aglutina este tipo de incidentes. El caracter estacional de los contratos implica, según los sindicatos, que se cuide menos las condiciones de trabajo en las que se encuentran y que, como consecuencia, se acuda menos a la Seguridad Social.
El foco del problema está en las pequeñas empresas, tal y como señala la responsable de salud laboral de UGT, Beatriz Sanz. Asegura que "en tiempos de crisis, es en la prevención en lo que más se recorta" y en las empresas de menos de 50 trabajadores no es obligatorio la presencia de observadores que controlen la seguridad en el trabajo.
Otro dato alarmante y que denuncia Benito Carrera, secretario de Salud Laboral de CCOO, es que la mayor parte de los sucesos se producen en un reducido grupo de empresas que están dentro de la "lista negra" de la Administración. Son estas las que más controles reciben dado el alto riesgo que supone para los trabajadores desempeñar su labor en ellas.
En cualquier caso, y aunque se reclaman "tolerancia cero", Aragón está a la cola en siniestralidad laboral y es una de las comunidades autónomas más seguras, por detrás de Madrid y La Rioja.
El dato constrasta con la disminución de los accidentes que sà han acabado en baja. En total se han registrado 12889 accidentes, 22 de ellos mortales. Un 9,14% menos que en 2010 aunque, de nuevo, esto no está vinculado a un mayor control de riesgos en las empresas aragonesas. De hecho, sigue siendo el alto paro en sectores como la industria o la construcción los que han generado este descenso que, en proporción al paro de 2010, no presenta gran diferencia respecto a este.
La cuenta es clara: 30 de cada 1000 trabajadores han sufrido algún tipo de accidente laboral en 2011.
Por contraprestación son ahora los servicios y el sector agrario el que más aglutina este tipo de incidentes. El caracter estacional de los contratos implica, según los sindicatos, que se cuide menos las condiciones de trabajo en las que se encuentran y que, como consecuencia, se acuda menos a la Seguridad Social.
El foco del problema está en las pequeñas empresas, tal y como señala la responsable de salud laboral de UGT, Beatriz Sanz. Asegura que "en tiempos de crisis, es en la prevención en lo que más se recorta" y en las empresas de menos de 50 trabajadores no es obligatorio la presencia de observadores que controlen la seguridad en el trabajo.
Otro dato alarmante y que denuncia Benito Carrera, secretario de Salud Laboral de CCOO, es que la mayor parte de los sucesos se producen en un reducido grupo de empresas que están dentro de la "lista negra" de la Administración. Son estas las que más controles reciben dado el alto riesgo que supone para los trabajadores desempeñar su labor en ellas.
En cualquier caso, y aunque se reclaman "tolerancia cero", Aragón está a la cola en siniestralidad laboral y es una de las comunidades autónomas más seguras, por detrás de Madrid y La Rioja.
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