fecha: 02/08/2012
Los peritos son personas ajenas a un pleito legal que son buscados por los jueces debido a su probada experiencia en una determinada materia, con la finalidad de que aporten su conocimiento para esclarecer una situación dudosa, o para que determinen la validez de una prueba presentada por alguna de las partes. Los jueces valoran el punto de vista proporcionado por el perito y establecen si la prueba pericial es válida o no, y cómo se aplica al caso concreto, ya sea un asunto de derecho penal , civil, laboral, etc.
La prueba pericial, que es como se conoce a la opinión experta presentada por un perito, consta de varias partes. La primera de ellas es la Procedencia, que es la decisión del juez de que es necesaria la intervención de un tercero no implicado en el caso para que emita un juicio sobre una circunstancia o hecho. El juez es quien determina en cada caso si procede o no la participación de un perito.
A continuación, la parte interesada en que se incorpore el análisis de un experto como prueba del caso, ya sea para la defensa o para el denunciante, solicita al juez la intervención de uno de estos asesores externos. En caso de que se acepte su participación, el juez o el Tribunal llaman a los peritos a partir de un listado con el que cuentan todas las instancias judiciales. En esta lista se encuentran todos los peritos de acuerdo con su área de conocimiento.
Existen casos en los que no se acepta la participación de un perito en especial, sobre todo cuando existe parentesco entre el perito y alguna de las partes, cuando existe un interés de algún género por parte del perito sobre el caso, o cuando se presentan signos de preferencia o desagrado por alguna de las partes. Cuando se presenta alguna o todas estas situaciones, el juez puede desestimar la participación de un perito.
Las otras partes de la prueba pericial consisten en proporcionar toda la información relevante para que emita su opinión calificada, la recepción del escrito en que el perito vierte sus opiniones y, finalmente, la aceptación o rechazo del dictamen por parte del juez. En algunas ocasiones es necesario repetir el peritaje o acudir con un nuevo perito en caso de que el juez considere que está siendo parcial con alguna de las partes o en los raros casos de incompetencia probada.
En general, la prueba pericial es un aporte que sirve para arrojar luz sobre un asunto no del todo claro y que puede ayudar a que los tribunales y los jueces lleven a cabo su tarea de impartir justicia con mayor claridad
La prueba pericial, que es como se conoce a la opinión experta presentada por un perito, consta de varias partes. La primera de ellas es la Procedencia, que es la decisión del juez de que es necesaria la intervención de un tercero no implicado en el caso para que emita un juicio sobre una circunstancia o hecho. El juez es quien determina en cada caso si procede o no la participación de un perito.
A continuación, la parte interesada en que se incorpore el análisis de un experto como prueba del caso, ya sea para la defensa o para el denunciante, solicita al juez la intervención de uno de estos asesores externos. En caso de que se acepte su participación, el juez o el Tribunal llaman a los peritos a partir de un listado con el que cuentan todas las instancias judiciales. En esta lista se encuentran todos los peritos de acuerdo con su área de conocimiento.
Existen casos en los que no se acepta la participación de un perito en especial, sobre todo cuando existe parentesco entre el perito y alguna de las partes, cuando existe un interés de algún género por parte del perito sobre el caso, o cuando se presentan signos de preferencia o desagrado por alguna de las partes. Cuando se presenta alguna o todas estas situaciones, el juez puede desestimar la participación de un perito.
Las otras partes de la prueba pericial consisten en proporcionar toda la información relevante para que emita su opinión calificada, la recepción del escrito en que el perito vierte sus opiniones y, finalmente, la aceptación o rechazo del dictamen por parte del juez. En algunas ocasiones es necesario repetir el peritaje o acudir con un nuevo perito en caso de que el juez considere que está siendo parcial con alguna de las partes o en los raros casos de incompetencia probada.
En general, la prueba pericial es un aporte que sirve para arrojar luz sobre un asunto no del todo claro y que puede ayudar a que los tribunales y los jueces lleven a cabo su tarea de impartir justicia con mayor claridad
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