Peritaje Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL)

Noelia Garcia Guirao (Murcia)

Perito Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL): Seguridad, Higiene Industrial, Ergonomía y Psicosociología Aplicada.

Miembro con Carnet Profesional nº E-1476-25 de la A.P.P.J. (Asociación Empresarial de Peritos Judiciales)

Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales (PRL)

Peritajes, Consultoría y Formación

Contacto: perito.prl.murcia@gmail.com




El Perito Judicial en Prevención de Riesgos Laborales (PRL) es una figura, dentro del marco de la Pericia Judicial, al servicio de la Administración de Justicia. Según se recoge en el artículo 335.1 de la Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil, el Perito es un experto en un determinado campo que, ante cuestiones planteadas por el juez o algunas de las partes, emite un dictamen en el que contesta a dichas cuestiones o emite su opinión profesional.



El cometido del perito es ayudar al juez a interpretar ciertos hechos o pruebas que requerirían conocimientos especializados para dicha interpretación y de los cuáles, el perito dispone. Su misión no es juzgar, ni establecer quién es o no culpable de algo. El perito, en su dictamen, solamente debe responder, de manera razonada, estructurada y comprensible, y con el aval de su preparación y experiencia profesional, a aquellas cuestiones que se planteen, de manera que ayuden al juez a dictar un veredicto, ya que éste carece del nivel de conocimientos y experiencia en determinadas y específicas materias, como es el caso de la Prevención de Riesgos Laborales.

martes, 2 de octubre de 2012

Un año de cárcel a un empresario por acoso a una empleada con frases soeces

Fuente: http://www.europapress.es/sociedad/sucesos-00649/noticia-ano-carcel-empresario-acosar-empleada-frase-soeces-20120904163037.html
Fecha: 04/09/2012

La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a un año de cárcel al responsable de una empresa ubicada en la localidad de Mairena del Aljarafe por vejar y acosar a una empleada con insultos y frases de contenido sexual como que "tenía un culo muy bonito" o que "se le notaba el tanga".
   En la sentencia, a la que ha tenido acceso Europa Press, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial considera probado que el condenado fue administrador único de la empresa hasta el año 2002, desempeñando funciones de dirección en la misma desde esa fecha.
   De su lado, la víctima prestó servicios "de forma discontinua" en dicha empresa desde el 1 de junio de 1999 hasta el 17 de marzo de 2002, mientras que desde el 1 de octubre de ese año ejerció labores de auxiliar administrativo, dependiendo orgánicamente de su hermana.
   Durante su relación laboral, el imputado "le encomendaba funciones impropias de su categoría, tales como llevarle el agua, limpiarle la mesa, ir a su coche a por el móvil o correrle las cortinas", al tiempo que "la despreciaba diciéndole que no valía para nada, que nunca iba a aprender", mientras que "también era frecuente que le diera gritos, golpes en la mesa o portazos".
   Además, le dirigía expresiones "con evidente contenido sexual", e incluso "le decía que se sentara en sus rodillas o le enseñaba un calendario con diferentes posturas sexuales", lo que motivó que la víctima se diera de baja médica en 2005, pues presentaba "miedos, ansiedad, taquicardias, insomnio, llanto y trastorno alimentario".
   Por el equipo de salud mental se le diagnosticó un trastorno adaptativo ansioso-depresivo relacionado, a su juicio, con su situación laboral conflictiva. Por medio de una sentencia dictada en 2006 por el Juzgado de lo Social, la afectada vio resuelta su relación laboral por motivo de acoso laboral, siendo además indemnizada en la cantidad de 15.000 euros por los daños morales sufridos.
   Por estos hechos, además, la Audiencia condena al acusado a un año de cárcel por un delito contra la integridad moral, ya que considera que "existió gravedad y continuidad en la conducta degradante mantenida por el acusado con la perjudicada, manifestada en las expresiones de explícito contenido sexual que le trasladaba, en su constante actitud hostil hacia ella, en la encomienda de funciones impropias de su categoría laboral, y en el menosprecio de su trabajo incluso frente a otros compañeros".
   Esta situación, según la Audiencia Provincial, "desencadenó en la víctima un trastorno adaptativo-depresivo debidamente diagnosticado".

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